| SUPLEMENTO ESPECIAL Nº 2 | A 18 AÑOS DEL METRO 1984

Aquella tarde de 1984 todos los simpatizantes de Argentinos Juniors consiguieron lo que siempre soñaron: dar la vuelta olímpica. Es que en ese 23 de diciembre se llegaba al objetivo propuesto por Don Ángel Labruna: el Campeonato. Todo se inició en el verano de 1983 cuando "El Feo" se hizo cargo del plantel profesional. Pensar que en esos días Argentinos aún disputaba las últimas fechas del Metropolitano de 1982 y se salvaba de descender por un solo punto.
Y Labruna comenzó el trabajo. Trajo a Lemme, Castro, Pavoni y Mendoza, que junto a los que ya estaban -Batista, Domenech, Pasculli, Ereros, Videla, Villalba-, cumplieron un excelente Nacional llegando a las semifinales. En el Metropolitano la tarea era más que buena -había llegado Fillol, un lujo para nuestro arco- pero inesperadamente el corazón del Maestro dijo basta en septiembre de ese año. Y se ve que era querido Don Ángel porque el equipo decayó y terminó en el 8º puesto. Para fines de 1983 se contrató como Director Técnico a Roberto Marcos Saporiti con una sola premisa: respetar el buen juego que siempre caracterizó a Argentinos Juniors. Y ese 1984 llenó de fútbol los ojos de la gente. Arribaron al club figuras como Juan José López, Commisso, Morete, Olguín, Vidallé y Pellegrini para terminar de delinear un gran equipo. Y vaya que era un gran equipo, ya que perdió el Nacional de ese año por no especular. Podría haber eliminado a Talleres de Córdoba en los Cuartos de Final y por ir a buscar el partido, se quedó con las manos vacías.
Pero los resultados se verían en el Metropolitano. Costó al cuerpo técnico encontrar el equipo ideal, pero cuando lo hizo, fue invulnerable. No existe ser humano amante del fútbol que no recuerde, de memoria, el "Vidallé, Villalba, Pavoni, Olguín, Domenech, Videla, Batista, Commisso, Castro, Pasculli, Ereros"; recordando obviamente a Juan José López, Morete, Lemme, y Pellegrini, que cumplieron cuando les tocó estar.
El buen funcionamiento lo consiguió para la 6ª fecha, donde comenzó una seguidilla de victorias (cinco) que lo puso entre los líderes. Dudas al comienzo de la Segunda Rueda y otra seguidilla de 5 victorias para dejar de ser sorpresa y pasar a ser realidad. La bisagra fue la derrota con Ferro Carril Oeste -su rival durante todo el certamen- en la fecha 30ª. Si algo tenía este equipo era personalidad, ya que no perdió un solo partido más hasta el final del torneo.
Aquel 23 de diciembre el campeonato se decidía en dos lugares. En La Plata, Estudiantes y Ferro se quitaban entre sí las chances de campeonar. En Caballito, aquel Argentinos Juniors que Don Ángel Labruna soñó, le ganaba con, vaya paradoja, más fuerza que fútbol a Temperley por 1 a 0 y tocaba el cielo con las manos.
Ese fue el inicio de una seguidilla de éxitos en la vida deportiva de Argentinos Juniors. Pero aquel domingo de diciembre quedará para siempre grabado en la memoria de todos los hinchas de Los Bichos Colorados de La Paternal. El fútbol estaba de fiesta...¡¡¡ARGENTINOS JUNIORS ERA EL CAMPEÓN!!!